Una perspectiva biblica para la investigación.


 
¿Quieres decirme, por favor, qué camino debo tomar para salir de aquí?
Eso depende mucho de a donde quieras ir – respondió el Gato.
Poco me preocupa a donde ir, dijo Alicia.
Entonces, poco importa el camino que tomes, replicó el Gato.
LEWIS CARROLL - Alicia en el país de las maravillas, 1865



UNA PERSPECTIVA BÍBLICA PARA LA INVESTIGACIÓN
En Sistema de Investigación Unac – DIP
Tomado del libro “Diseño de Trabajos de Investigación”
Por J.W. Taylor

La UNAC, teniendo como pilar fundamental de sus procesos educativos, la investigación, ha presentado la guía y reglamento del sistema investigativo unacense, estos son algunos apartes textuales, páginas 14 y ss., que se contemplan en dicha guía y que antes de adentrarnos en la cátedra de investigación deben ser tenidos en cuenta para no perder el norte de la filosofía unacense

Principios
Es necesario un espíritu investigador
“Fijé mi corazón para saber y examinar e inquirir la sabiduría y la razón” (Ecles. 7:25).
No todo tópico en la investigación es de igual valor
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ella tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (S. Jn. 5:39)
Emplea conocimiento previo
 “Pregunta a las generaciones pasadas” (Job 8:8)
La investigación tiene sus limitaciones
“¿Descubrirás tú los secretos de Dios?” (Job 11:7)
No toda investigación lleva a la verdad
“Los malignos inquieren iniquidades hacen una investigación exacta” (Sal. 64:6)
La investigación requiere esfuerzo
“Si como la plata buscares la sabiduría, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios” (Prov. 2: 5,6)
La investigación requiere paciencia y perseverancia
“Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres para que se ocupen en él” (Ecl. 1:13

  • La Verdad
Fuentes de la Verdad
La Santa Biblia presenta al Señor Jesucristo y su Palabra o las Sagradas Escrituras como las fuentes de la verdad: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Jn. 14:6). “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Jn. 17:17).

Implicaciones para el cristiano

A.           La verdad comienza con Dios, no con el hombre.
El hombre descubre la verdad, no puede crearla.


B.           La verdad es eterna porque reside en Dios.
El hombre no puede destruir la verdad, solamente puede escoger aceptarla o rechazarla.

C.           Porque la verdad reside en Dios y Dios nunca cambia, la verdad no cambia.
La verdad de Dios es absoluta; es verdad en todo momento y lugar, y para toda persona.

D.           Toda verdad posee unidad porque viene de una misma Fuente.
La verdad siempre estará de acuerdo con sí misma donde sea y cuando sea. Cualquier cosa que contradice la verdad es mentira, o hay algún problema con el entendimiento humano.

E.            La verdad es infinita porque Dios es infinito.
El hombre se da cuenta que los horizontes de su conocimiento son las fronteras de su ignorancia. Cuanto más aprende, más humilde será.
¡Cuán presuntuoso sería para un hombre decir que posee toda la verdad! El cristiano nunca poseerá toda la verdad, pero finalmente todo lo que posee deberá ser verdad.

F.            El cristiano deberá progresar continuamente en su conocimiento de la verdad.
No es suficiente permanecer en la verdad; debemos caminar en la verdad (2 Jn. 4; 3,4).

G.           Porque Dios es la Fuente de toda verdad, toda verdad es la verdad de Dios.
El cristiano reconoce que él no tiene un monopolio de la verdad. Los no – creyentes también descubren la verdad.
El cristiano no necesita ir al mundo para descubrir verdades, sino a la Fuente.

Criterios de la Verdad
La verdad es revelada y no construida; es descubierta y no elegida por un voto de la mayoría.
La verdad es autoritaria y no un asunto de preferencia personal; es la emoción que debe conformarse a la verdad, no la verdad a la emoción.
Las ideas son verdad no solamente porque son prácticas, sino que serán finalmente prácticas porque son verdad.
En el último análisis, el criterio cristiano para la verdad es la Palabra – viviente, escrita e ilustrada.

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